Hacer trampa en la dieta... ¿Es bueno o malo?

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Hacer trampa en la dieta... ¿Es bueno o malo?

Hacer trampa en la dieta

Cuando se piensa en hacer dieta es común hacer referencia a una restricción alimentaria, ya sea cuantitativa (cantidad de calorías ingeridas) y/o cualitativa (tipo de alimentos). Sin embargo, las dietas restrictivas son las que más están asociadas a:

  • Fracaso en el largo plazo
  • Mayor efecto rebote
  • Mayor probabilidad de sufrir antojos

La restricción alimentaria puede desencadenar también cambios en el estado de ánimo como irritabilidad y angustia.

De acuerdo a los especialistas, las nuevas tendencias en nutrición hablan de un enfoque de la obesidad y el sobrepeso basado en cambios de la alimentación no estrictos. Esto significa comer de todo un poco pero moderado, con lo cual estaríamos hablando de "hacer trampa" o “engañar” la dieta con algunos alimentos.

Al parecer, existen varias formas de “engañar” la dieta:

  • Comiendo mayor cantidad de alimentos “dietéticos” o “light”. Son alimentos que han sufrido un cambio en su composición de nutrientes, que pueden tener agregado otros aditivos y que proporcionan menos cantidad de calorías en relación al original.
  • Comiendo alimentos hipercalóricos (chocolates, tortas, alimentos fritos, etc) en ciertas ocasiones y en porciones moderadas.

En la práctica, es más difícil poder manejar la primera opción y seguir con la dieta. Esto sucede porque en la mayoría de los casos, las personas que siguen una dieta suelen engañarse con esta práctica de comer alimentos dietéticos con la excusa de que pueden comer más. Sin embargo, no es recomendable hacer esto ya que generalmente, se consumen más calorías y se termina por subir de peso.

La segunda opción es más viable ya que ofrece varias ventajas:

  • Permite a las personas “darse un gusto” y luego seguir con la dieta.
  • Aumenta la flexibilidad del plan de alimentación y disminuye la ansiedad y la angustia.
  • Ayuda a evitar el descenso de la tasa metabólica basal que ocurre con las dietas restrictivas y que es responsable, en parte, del efecto “rebote”.
  • Permite el sostenimiento de la dieta en el largo plazo.

De acuerdo a estas opciones, “hacer trampa” en la dieta puede ser beneficioso siempre y cuando se mantenga la conciencia de que sólo se trata de una ingesta moderada que puede hacerse el fin de semana o algún día festivo, para luego continuar con el plan. Es necesaria la disciplina. No es una buena opción para las personas que son adictas a la comida o a los alimentos ricos en hidratos de carbono. En estos casos, se debe tener en cuenta otras alternativas a la dieta.

Referencias

  1. TALK, L. (1993). Creative Eating, Creative Cheating. Journal of Renal Nutrition,3(2), 100-102.
  2. Mollica, M. Cheating on a diet–good or bad?